Hola,
mi nombre es Leandro y voy a hablar sobre mi “vida antes de nacer”.
Al
principio, en mis dos primeros meses de vida tan solo percibía un poco de humo
en mi bolsa; en cambio, a medida que ha pasado el tiempo, todo se ha convertido
en humo. Me cuesta respirar, me cuesta moverme, no puedo comer,… pero lo que
más me duele es saber que todo eso es por una sola cosa: el tabaco; la puerta
al infierno, un mundo gris,…
La
verdad es que no le echo la culpa a mi madre, se la echo al tabaco. El
tabaquismo es la adicción al tabaco por efecto de la nicotina y por añadidos
artificiales que se añaden para potenciar su efecto adictivo y así poder vender
más cantidad.
Mi
madre comenzó a fumar hace dos años, cuando tenía 17 años, y desde entonces,
por más que ha intentado dejarlo, no ha podido aún, pero lo que no sabe es que
de su decisión de dejar de fumar depende mi futuro.
Ella
comenzó a fumar con unas amigas por diversión un día de carnaval. Pensaba que
por fumar sólo unos días no pasaría nada, pero con el paso de los meses se fue
dando cuenta de que le había causado una dependencia.
Además,
el tabaco no sólo me hace daños a mí, sino que ha ella también. Le causa
enfermedades graves en los pulmones, tos y catarros, cáncer de pulmón, cáncer
de boca, cáncer de garganta, cáncer de cuello, cáncer de vejiga, ataques al
corazón, derrames cerebrales y presión alta.
He
intentado mil veces decirle que lo deje, que le hace y me hace daño.
Que
juntos podemos lograrlo y superarlo, pero por más que lo intento, el tabaco
impide nuestra conexión y no puedo comunicarme con ella.
Llevo
siete meses sufriendo esto y la verdad ya estoy cansado.
Dentro
de pocos días tendré que decidir entre vivir y seguir luchando a pesar de las
enfermedades que me toquen o morir y al fin poder respirar aire puro.
¿Qué
haré?.
¿Vivir
o morir?.
Selena García García.
Lengua castellana
Alumna de 3º B del IES Guía
2017
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