Agradezco
la invitación del Consejo de Salud de Santa Brígida a su sesión del pasado 15
de marzo en el Consultorio Local de La Atalaya de dicho municipio. Acudí por
ser vocal del Consejo de Salud de Santa María de Guía y haber monitorizado el
III Plan de Salud en nuestro municipio y por ser el responsable autonómico del
Programa de Actividades Comunitarias de Atención Primaria (PACAP de Canarias)
El objetivo
de mi intervención fue introducirnos en metodologías del análisis de salud de
la zona básica de salud santauteña y aportar algo de la experiencia nuestra en
Santa María de Guía.
¿Para
qué un Consejo de Salud?.
Los
Consejos de Salud son órganos de Participación Comunitaria por representación.
Están amparadas por la Ley de Ordenación Sanitaria de Canarias de 1994, en su
artículo 79, y por la Ley Canaria de Fomento de Participación Ciudadana de
2010.
Están
formados por representantes de todos los protagonistas de la comunidad, siendo
el 25% del centro de salud, el 25% del ayuntamiento y el 50% de ciudadanos,
entre los que están un representante farmacéutico, un representante del Consejo
Escolar Municipal, un representante sindical y representantes de ONG,
asociaciones de vecinos, centros de mayores o cualquier otro tejido asociativo
ciudadano hasta completar el cupo.
Lógicamente, un Consejo de Salud sólo tiene interés si se responzabiliza y compromete a desarrollar sus potenciales funciones y atribuciones. Si es proactivo, motivado y emprendedor.
Entre
todas sus atribuciones destacaría tres de ellas:
- Participar en el desarrollo de los programas de salud dentro de la zona básica de salud, de forma que se adapten a las características de la comunidad, sean eficientes para los objetivos que persigue y sean accesibles a todos los ciudadanos.
- Colaborar con otras iniciativas comunitarias que se desarrollen dentro de la zona básica de salud, trabajando en red de forma coordinada o cooperativa.
- Analizar la situación de salud de la zona básica de salud.
Y,
¿para qué analizar la situación de salud de una comunidad?.
Hace
tiempo que se habla de que donde vives determina tu salud, tus enfermedades y
tu esperanza de vida. No sólo lo publican revistas científicas, como Atención Primaria, sino también son
noticias en prensa, como El País o El Diario, o en televisión, como La Sexta.
Por
ello, como primer paso con el objetivo de poder intervenir sobre estos determinantes de la salud debemos:
- Conocer cuáles son los problemas de salud de nuestra comunidad e intervenir con programas factibles y eficaces sobre los más relevantes en cuanto a su magnitud y severidad y
- Conocer de qué recursos humanos y materiales, de qué infraestructuras, de qué servicios o de qué legislación disponemos para afrontarlos.
Paralelamente,
en cada comunidad existen ciudadanos prosperan y otros enferman en situaciones
similares. Buscar dónde están sus factores de éxito para su salud sería un
excelente complemento a este análisis de la situación de salud. Averiguaríamos
cómo se mantienen más saludables o cómo tardan menos en recuperarse. Es lo que
conocemos como “salutogénesis” donde se entremezclan los factores que poseemos
cada uno de nosotros o tenemos disponibles en nuestro entorno para afrontar los
desafíos de la vida y el significado, manejo y adaptación que le doy a estos
desafíos. Son la esencia de la perspectiva actual de la promoción de la salud, el bienestar y la
funcionalidad y de la prevención de la enfermedad y de los cuidados en salud.
Sería
buscar qué factores o recursos potencia la capacidad de los ciudadanos o de las
comunidades para mantener una adecuada salud, calidad de vida y bienestar. Es
lo que se denominan “activos para la salud” y a su búsqueda la llamamos “mapeo de activos para la salud”, de la que ya tienen experiencia en algunas zonas
básicas de salud como Carabanchel Alto.
Los
activos para la salud ha abierto una nueva vía para intervenir sobre la salud y
bienestar de las comunidades: la “prescripción social”. La prescripción social
es una herramienta que permite a los profesionales de Atención Primaria remitir
a las personas a una serie de recursos locales no clínicos. Además de
ampliar los recursos terapéuticos disponibles en Atención Primaria, ha
demostrado ser útil para ayudar a pacientes con factores de riesgo psicosocial.
Y también pueden conducir a una reducción en el uso de los servicios del
sistema nacional de salud.
Ambos
sistemas son complementarios.
Casan
con las actuales iniciativas institucionales como la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención del Ministerio de Sanidad, la Red Española de CiudadesSaludables y de la Estrategia Canaria de Promoción de la Salud “Islas y
Municipios Promotores de Salud” del Gobierno de Canarias.
En
definitiva, en el análisis coexisten una Guía de recursos, servicios y
actividades comunitarias como complemento indispensable del diagnóstico de los
principales problemas y necesidades de salud y un Mapa de activos para la salud
como complemento de la Promoción de la Salud y de la Prescripción Social.
Contestando
a las preguntas:
¿Para qué un Consejo de Salud?: diría que para iniciar un proceso de intervención y participación comunitaria que cuente de entrada con un espacio
propio y con todos los protagonistas de la comunidad, que además tiene el
respaldo y compromiso institucional y legislativo, y
¿Para qué analizar la situación de salud de una comunidad?: para priorizar programas y
protocolos de salud eficientes y adaptados a las necesidades de salud reales de
cada comunidad y crear planes locales de salud como parte de sus potenciales
atribuciones y funciones.
Juan
Antonio García Pastor
Médico
de Familia y Comunitaria del Centro de Salud de Santa María de Guía
Vocal
del Consejo de Salud de Santa María de Guía
Representante
autonómico del PACAP de Canarias
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